12 diciembre 2007

Expocómic 2007

Llevo dos semanas sin escribir, después de mi desastrosa portada de “Dinastía de M” (maaadre que horrorosa, y yo queriéndome dedicar a esto), así que ya tocaba. Voy a seguir la línea friki de mis últimos post (tendré que incluir una nueva categoría en el margen derecho), con la visita al Expocómic 2007 y mis últimas comprillas.

Hace un par de sábados estuve en el Salón del Cómic con mi hermano. Como siempre, la cosa prometía desde la llegada al recinto: cosplay a saco, gente haciendo cola en la puerta con sus cintas de Naruto en la cabeza, personajes de Final Fantasy con sus espadacas de cartón y algún que otro padre perdido con sus hijos disfrazados de personajes Marvel. Y es que el cosplay sólo tiene gracia cuando el personaje del que uno se disfraza, además de ser de manga, es el último secundario que nadie conoce.

Una vez dentro había que dar un par de vueltas de reconocimiento, viendo cada stand y chocando amigablemente con un río de personas que a la primera hora de estar allí es insoportable. Por cierto Marron del programa “El Hormiguero” estaba por allí y no haciendo un reportaje precisamente. A la tercera vuelta tocaba comprar, buscando desesperadamente la “House of M” (al final la encontré justo antes de irme), los últimos números de “Civil War” (que he terminado hoy) y los dos números de la etapa mutante de Larroca que me faltaban. Me llevé todo lo que había ido a buscar (o todo lo que la pasta me dejó). También cayó un parche friki y ya tengo alguna idea para la carta a los reyes que quizá redacte pronto.

Por lo demás, cada año suele ser lo mismo: cosas de merchandising muy chulas pero algo caras, novedades de cómic algo flojas, muchas caras que me sonaban, autores firmando y dibujando que no me llamaban demasiado (o es que no les conozco), cincuentones buscando colecciones de su época… Así que después de unas tres horas de recopilar tarjetas de las tiendas que nos interesaban y dar un último repaso, nos fuimos a comer.

Aunque se me escapan cosas, en resumen esa fue nuestra mañana de sábado con mucho frikismo (ya hablaré de esas colecciones).

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